Autoras/es
Carlos Carballo Gonzalez
Ing. Agrónomo, MsC. en Política y Gestión de la Ciencia y la Tecnología (CEA-UBA). Prof. Extensión y Sociología Rurales. Coordinador Cát. Libre de Soberanía Alimentaria-CaLiSA/FAUBA desde su creación (2011) a abril 2019.
Resumen
Disminuye masivamente el consumo y crecen los problemas alimentarios, en tanto se acentúan manifestaciones de la malnutrición relacionadas con la “modernización” del Sistema Agroalimentario Argentino. La caída en el nivel de ingresos desempeñó un papel fundamental al respecto, particularmente en los últimos años. En 2018 la pobreza alcanzó al 35 % de la población y más del 50 % de los niños; la indigencia superó tres millones de personas. Más del 10 % de desocupación; 44 % de los ocupados trabajadores informales, con ingresos medios menores que el Salario Mínimo son ejemplos de ello. En el agro persiste la pobreza, se profundizan las dificultades de los productores familiares y continua su emigración.
La grave problemática de ingresos, alimentaria y nutricional multiplicó la búsqueda de alternativas que, en algunos casos, incluyeron la articulación con actores públicos, como la Facultad de Agronomía de Bs. Aires-FAUBA. Ferias periódicas y comercialización de verduras se vinculan crecientemente al Sistema Participativo de Garantía de producción agroecológica y diversos proyectos institucionales.
El aprendizaje y la creciente articulación con actores sociales fundamentó la presentación de una Idea-Proyecto de espacio permanente de difusión, formación, comercialización y análisis de las políticas públicas, centrado en la promoción de la economía social solidaria y la agricultura familiar en la FAUBA. Siendo la alimentación un derecho, el alimento debe ser un bien social; por eso se considera que el sistema científico y la universidad deben priorizar los intereses de las mayorías, educando e investigando para vida y estableciendo un diálogo permanente entre los avances de la ciencia y la tecnología y la demanda social.
“EL MANGRULLO. Mirar el horizonte con los pies en la Madre Tierra”, sintetiza la propuesta presentada al Consejo Directivo de la FAUBA en febrero 2019.