Pensar un proyecto de transformación social

Economía social› Texto de la revista Orientado Voces, 

realizada por la Comisión de la Matanza del DOSESS  
¿De qué hablamos cuando decimos “Economía Social y Solidaria”? ¿Cuáles son los desafíos que se abren en nuestro barrio? Algunas reflexiones y definiciones grupales ensayadas por los cooperativistas en la materia de Economía Social y Solidaria. 

“Para definir la Economía, tomamos en cuenta que es un sistema, donde sus miembros interactúan para llevar a cabo un fin. En la Economía Social y Solidaria también estamos proyectando un bien común para todos los miembros. Pero teniendo entre sus principales pilares, como principios y valores, a la solidaridad, el compañerismo, la comprensión de las necesidades de cada uno, la igualdad de derechos y la dignidad”

“La Economía Social y solidaria es una forma de organización, administración y distribución de los recursos y bienes, igualitariamente para todos. Se basa en el respeto, el trabajo libre, sin patrón ni jefe, participativo, todos pueden participar de las decisiones, comprendiendo las necesidades de cada uno, su familia y su barrio, y respetando la naturaleza y sus recursos. “

 

“En el recorrido que hemos transitado en La Matanza, nos encontramos con un diversas situaciones, entre las cuales podemos detectar: ensanchamiento de rutas; tratamiento de canales y arroyos contaminados; crecimiento de edificios escolares y hospitales; más trabajo para la población; creciente mantenimiento y barrido de la ciudad, entre otras. En estas refacciones que se encuentran, podemos visualizar a los trabajadores de las Cooperativas trabajando en lugares públicos, aportando su trabajo. Hay todavía lugares en los que queda mucho por hacer, por ejemplo, en los hospitales, donde nos encontramos realizando consultas médicas en instalaciones sin el mantenimiento necesario, con falta de insumos y gran escasez de personal profesional.”

 

“Identificar actores sociales en los territorios donde trabajan nuestras Cooperativas hoy nos sirve en lo físico, en lo comunicacional, en lo social, como lugar de trabajo o para proponer ferias, lugares de reunión en sitios que antes no se usaban, como las escuelas, los clubes, los hospitales, los centros de jubilados, las iglesias, los municipios. Además, conocer otros actores nos sirve para ampliar nuestros conocimientos en y del territorio, para poder mejorarlo.

Antes no teníamos acceso a estos espacios o a esta información, no teníamos participación por que estábamos excluidos del sistema. A veces pedíamos el espacio para proponer ferias, trueques o actividades sociales en el barrio y nos negaban el acceso. Hoy vivimos otro momento político. Esto nos implica un compromiso como sociedad para cuidar esos espacios de participación”

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