Y los pasos siguen

El tiempo nos atraviesa, y los recuerdos surgen, pero en el ahora de los recuerdos, ya no son lo mismo, tienen otro sentido, otras significaciones. Pensamos lo que fue desde el mañana en el ahora, y es que el tiempo es nuestra propia vida, la que caminamos, con la que discutimos para llegar a un acuedo, ese que nos dice en un instante que es desafio vivir en tiempos intensos, tiempos como el nuestro. Tiempos en los que nos encontramos, todos y todas, desde nuestro lugar.

Espacio y lugar al que nos lleva Camilo en su relato, Docente del Diploma de extensión universitaria, que junto a Vilma se encontraba todos los miérconles en el aula 64 de la Universidad de Quilmes para compartir con los orientadores de Lomas de Zamora un espacio propio, de construcción colectiva.

“Economía social , solidaria y humana”
En los comienzos de esta experiencia como Diplomatura para operadores en economía social y solidaria quienes veníamos ya desarrollando trabajos en relación con las cooperativas del Programa Argentina Trabaja asistíamos expectantes y ansiosos a una propuesta en formación, donde en mi caso particular generó, además, emociones encontradas.
Fui en su momento estudiante de una casa universitaria ligada originalmente a esa gran oportunidad que significó para los trabajadores tener acceso a una formación universitaria. Emociones encontradas digo porque hoy, accedía nuevamente otra casa universitaria, está vez, como docente tutor en un momento en el que se están viviendo, como manifestara una persona amiga (de gran y honrosa participación en la vida política y social,… años a…) “pensé que me iba a morir sin volver a ver esto en la argentina”
Expresión y sentimiento con la cuál me sentí, y siento, identificado; a pesar de tener unos años menos….ja, ja, ja.
Soy hijo de padres que jamás pudieron tener acceso a estudios primarios siquiera, luego las responsabilidades y obligaciones los alejaron más de estos derechos; pero bueno, son parte de las historias que tod@s, o una gran parte, traemos.
Bien, dije casa, en términos de hogar, y es la mejor expresión para este ámbito en la UNQui (dado que es lo que se percibe y siente dentro de sus instalaciones y con sus personas), lugar donde nos estamos formando tod@s, docentes orientadores equipos directivos y administrativos. Donde una comunidad y un Estado nuevo también se está formando.
Hoy con un primer tramo de estar recorriendo junt@s este camino las experiencias son tan enriquecedoras que superan en algunos casos toda las expectativas.
Podríamos enumerar un sin fin de vivencias compartidas y registradas en los talleres, basta por ahora, con decir que es tan amplia y variada la forma en que han sabido resistir y reconstruirse en cada pequeña porción de la comunidad los sectores populares, que sorprendería a más de un ilustre e iluminado teórico de la economía. Todo esto en un contexto donde también y porque no decirlo, las fuerzas parecen a veces decaer, manifestaba un orientador “¡hoy! casi que no venía, fueron tantas charlas, reuniones y a los problemas” (…) “agregar los de otros” (…),  “parecía ser como un sin sentido (cansancio) pero cobre valor y vine. Ahora, debo reconocer y agradecer estar acá ¡me hace muy bien!”; a su vez, otro manifestaba “esta bueno venir al Diploma, nos damos fuerza entre todos, sos profesional y esta bueno que puedas mantener este compromiso, es una construcción colectiva”.
Surge también siempre el conflicto con lo familiar (tiempos restados) y la importancia de recuperar un mínimo del mismo para estos afectos, que no genere conflictos o contradicciones. Situaciones que por cierto también nos atraviesan a tod@s.
En estos contextos afloran siempre las lágrimas desde el dolor pasado pero con la alegría de estar dando entre tod@s una vuelta de página para un mejor vivir. Estas son las lágrimas que…“Harán florecer mil flores”
Fuerza y adelante que entre tod@s estamos transformando los sueños en realidad
Camilo

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