Con la denominación de circuitos socioeconómicos alimentarios buscamos dar cuenta de la proliferación de innovadoras experiencias territoriales de construcción de circuitos alimentarios.
En estos circuitos socioeconómicos, las relaciones y flujos económicos que median entre la producción, la comercialización y el consumo alimentario, están orientados básicamente por dos grandes objetivos. Por una parte, incrementar los niveles de venta, trabajo e ingresos de pequeños productores y cooperativas de alimentos. Al mismo tiempo, por otra parte, contribuir a mejorar las condiciones de acceso a una alimentación saludable para la población asociada a los mismos en distintos contextos territoriales, en particular, para los sectores populares y las familias en situación de mayor vulnerabilidad social.
Las universidades públicas, en articulación con el conjunto del sistema educativo y científico-técnico, pueden resultar clave para fortalecer estas iniciativas, impulsando plataformas de aprendizaje, innovación y desarrollo socioeconómico, que contribuyan a potenciar dichas formas asociativas y entramados agroalimentarios de producción, comercialización y consumo popular y solidario.