“LA DIPLO” un espacio para la reflexión

 
Seguramente, cada uno de los militantes que hoy conforman las distintas comisiones del “DIPLOMA”, nunca hubieran imaginado tener un espacio donde sentirse representado. Un lugar donde debatir sobre el trabajo en sus territorios, compartir las desilusiones, y celebrar los logros. Como militante uno desea ser escuchado y a la vez poder aprender de otras experiencias. Es una manera de socializar con otras organizaciones.

Con la “diplo”, como ya le decimos, hemos encontrado un espacio para compartir estas experiencias. Ver que hay otros compañeros de diferentes distritos, con las mismas ganas de cambiar el presente y construir un futuro. Esto te carga de energía. Hace que uno levante sus banderas con más convicciones, que las flamees incansablemente. Que camines las calles del barrio con mayor argumento. Es justamente por eso que quiero hablar de ella. Porque se ha convertido en algo propio. En algo para compartir con nuestra familia cuando volvemos a nuestros hogares. Y ni hablar en nuestras cooperativas a las que pertenecemos. Donde se debería volcar el contenido según lo aprendido.

La diplomatura es la herramienta, con la cual estamos encontrando nuestros errores y resaltando esas virtudes ocultas de las que todos llevamos dentro. Es evidente que la mano de nuestros tutores y docentes están moldeando con gran capacidad. Convencidos de lo que trasmiten y haciéndolo notar en cada clase. En cada llamado para recordar el día o para saber porqué alguien faltó. Desde su trabajo los logros ya se pueden percibir. En aquel compañero que pasaba desapercibido los primeros días y hoy defiende su postura con gran énfasis. O en aquellos que dé una respuesta simple hacían un monologo llevando la conversación por caminos sinuosos, y hoy han aprendido a escuchar al resto de los compañeros. 

Nuestra, la diplo es nuestra. Un espacio para la reflexión. Sin duda es por ello que lo debemos valorar, debemos comprometernos con uno mismo, con los compañeros, los docentes. Defender este espacio y llevarlo al oído de la gente. De las personas por las cuales estamos aquí, no nos olvidemos que no es para nuestro beneficio propio. Sino para el servicio de la comunidad. Y como militantes las miradas están, con más razón, sobre nosotros. De ello depende como utilizar estos recursos que hoy nos brindan, de qué manera llevar el mensaje a los compañeros de las cooperativas y de poder compartir los resultados en el diploma. Y porque no, corregir sin dudar si algún compañero equivocó el camino. Cada uno es responsable de sus actos, pero cuando los actos comprometen la causa… demás está decirlo verdad ?

Fuimos elegidos entre muchos, para llevar adelante este proyecto. Es por eso que también se espera mucho de nosotros. Por lo cual debemos remar todos hacia la misma orilla y no buscar, la que nos quede más cerca. Aunque esto implique mayor desgaste. Tenemos la oportunidad única de convertir nuestro trabajo de militante solitario, en un proyecto nacional y popular. No podemos perder esta oportunidad que nos brindan, por eso les pido compromiso. Desde ya, tenemos mucho por hacer y espero verlos a todos en el cierre, recibiendo cada uno su diploma.

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